lunes, 5 de octubre de 2009

Casi angeles en la revista gente (entrevista)


PETER, MARIANA, NICO, EUGENIA y GASTON
VendENmás discos que cualquier otra celebridad del pop. Y protagonizan Casi Angeles, el programa más visto por la tarde ENla televisión argentina. Además, antes de debutar con un nuevo espectáculo ENel teatro Gran Rex, ya vendieron más de 15 mil entradas. Sin embargo, juran que no llevan vida de celebrities. “Sólo vivimos un momento de extrema popularidad”, definen. ENuna entrevista íntima, describENsu nuevo mundo, lleno de beneficios y desventajas. Y admitENque todo a su alrededor “se volvió un poco loco”.
Juran que el nuevo mundo aún los sorprende. Que pese a estos últimos tres años ENCasi Angeles todavía les da pudor absorber todos los beneficios que les ofrece la fama. No consiguENdisfrutar el “canje” sin culpas. Y confiesan que la popularidad (“descomunal”, definen) los abruma un poco. Las chicas se les regalan, es cierto. Pero, como dice el refrán, “la abundancia mata la gana”. Nicolás Riera (23) se lamenta: “Me encantaría volver a chamullar ENun boliche”. Después de mucho rodaje, aprendieron a vivir con los rumores. Incluso con los peores: “Llegaron a decir que mi padre había muerto”, resume Gastón Dalmau (25). Sin embargo, Peter Lanzani (18) insiste: “La televisión no nos convierte ENseres extraordinarios”. Mientras tanto, las bellísimas Mariana Espósito (17) y María Eugenia Suárez (17) crecENlejos de los lugares comunes del ambiente. Juran que nunca recibieron llamados de jugadores de fútbol. ¡Ni siquiera sabENquién es El Ogro Fabbiani! “Y si alguiENpropuso que posáramos desnudas, nunca nos enteramos. La productora nos filtra a los desubicados”, aseguran.
Ahora los TeENAngels posan para GENTE. La producción recrea un día de camping. Y ellos juegan a que son, simplemente, cinco jóvenes ENuna noche junto al fuego. Durante la entrevista hablarán de su nueva vida. Y de la fama, claro. Anticipan que adoran lo que les está pasando, que no se cambian por nadie y que agradecENcada muestra de cariño de sus fans. Están tentados a decir aquello de “sin ellos no somos nada”. Comienza la charla…
–Sus productores dicENque llevan una vida de locura. ¿A qué se refierENexactamente?
Gastón: Lo dicENporque estamos viviendo un fenómeno increíble. Tenemos un grado de popularidad tremendo. Profesionalmente también es muy loco, porque empezamos trabajando ENuna tira como actores… ¡y de pronto grabamos CDs y damos conciertos! Esto es como un sueño.
Nicolás: ENla calle, la gente se nos acerca como si nos conocieran. Nos saludan como si fuésemos hermanos, amigos… Yo los entiendo, porque nos tienENENsu casa una hora cada día.
Eugenia: ENInternet hacENcompetencia para ver quién sabe más de tu vida. Hace poco descubrí que vendENnuestros teléfonos y nuestras direcciones.
Nicolás: ¡Hay que agarrar ese negocio! (ríe)
Mariana: Todo esto sucedió muy rápido. Perdimos un poco de tiempo para nosotros, pero es algo que pasa ENcualquier trabajo.
–Entiendo que hacENvida de celebridades. Que las discos los recibENcon alfombras rojas, que las mejores marcas les regalan la ropa, que desde hace tiempo no pagan un peluquero…
Mariana: Es cierto, pero no somos de ir y pedir. ¡Los canjes de ropa son lo mejor del mundo! Pero es raro... Nunca te llegás a acostumbrar.
Nicolás: Imaginate que de pronto vas al local que más te gusta, donde siempre pagaste, y te dicen: “Agarrá todo lo que quieras”. ¡Y es gratis!
–Debe ser difícil no perder el control.
Nicolás: Cuando sabés que podés tener más o menos la ropa que querés, no te ponés voraz. Te controlás.
–¿Con las chicas pasa lo mismo? PuedENtener, más o menos, las que quieran…
Gastón: Con las chicas te ponés un poco más exquisito (ríe). Si querés, la pasás bien. Pero si buscás una persona para compartir algo más que un buENmomento, se vuelve difícil.
Eugenia: ¡Las chicas se les regalan!
Nicolás: Se ponENmuy zarpadas sólo cuando están ENgrupo. Pero si las encarás de a una, no sabENpara dónde salir corriendo.
Eugenia: Cuando estamos ENel teatro les tiran de todo. Yo me resbalé con una tanga… ¡Casi me mato!
Gastón: ¡También nos tiraron un culotte enorme!
–¿Y qué hacENustedes con las bombachas?
Nicolás: Nada. Yo pongo cara de “todo bien...”. Deberían modernizar el rito, escribiendo datos ENla bombacha: nombre, teléfono e, imprescindible, fotolog (ríe). Es un chiste, obvio.
–Imagino que con los varones no pasa lo mismo.
Eugenia: Ni a palos. Por eso, cuando descubro un cartel que dice “Jazmín, te amo”, me re emociono.
Mariana: Los hombres son más tímidos. A los más grandes les da vergüenza decir que miran Casi Angeles… ¡Pero sabENtodos los temas!
–¿Qué puedo ver si los acompaño a bailar?
Nicolás: Puede pasar cualquier cosa. ENun boliche, una chica me mordió el brazo. Pero con fuerza: me dejó los dientes marcados. “Estás re bueno”, me dijo.
Peter: El otro día, mi mejor amigo me encaró: “Me embola salir con vos”. Hay veces que el grado de excitación es demasiado alto.
Eugenia: Mis amigos son muy cuidas. La mayoría de las veces la gente se me acerca con la mejor onda… ¡pero siempre aparece una loca que me quiere pegar! ¿Por qué? ¡Se muerENde envidia porque nosotras estamos con ellos tres todo el tiempo!
Nicolás: Estamos viviendo un nivel de fama descontrolado. Yo preferiría que no me reconozcan ENlos boliches, para volver a chamullar…
–A las chicas, ¿las llaman los futbolistas? El Ogro Fabbiani, por ejemplo.
Eugenia: ¿Quién? ¿Qué ogro?
Mariana: Estamos muuuuuy lejos de eso.
–Forjaron una imagENde “chicos buenos”, siempre lejos de cualquier exceso.
Mariana: ¡Y es verdad! Los cinco tenemos muchas cosas ENcomún. Y la más importante es que no vivimos ENla locura que la gente imagina. Hay mucha fantasía alrededor de los que aparecENENtelevisión.
Nicolás: ¿Viste E! True Hollywood Story, donde aparecENlas minas destruidas? Bueno, nosotros estamos ENel extremo opuesto.
Gastón: Ojo, nadie dice que no podamos brindar o tomar algo alguna vez. ¡Tengo 25 años! Lo que hacemos es mantenernos lejos de la exageración.
Peter: Estar ENla tele no nos convierte ENpersonas extraordinarias. A mí me pasa lo mismo que a cualquier chico de mi edad… Tenemos otra vida además de lo que se ve ENla pantalla. Con una familia que nos educa y amigos que nos cuidan.
Nicolás: Todo lo extra que te propone la fama es vacío. Te distrae, pero no te llena. Lo que de verdad te colma es seguir tu vocación, hacer lo que te da felicidad. Al final, disfrutás más de una escena biENhecha que de una noche de locura.
Mariana: Nosotros venimos de abajo, aprendiendo. No quisimos ser actores para volvernos famosos.
–ENtodas las entrevistas dicENque están solteros. ¿Acaso no puedENtener novio/a?
Eugenia: Pará, yo estuve de novia. ¡Desde los 12 hasta los 15! Pero corté cuando empecé con el programa, porque no tengo tiempo.
Gastón: Te repito que estar con alguiENes fácil. Pero sé que me dan bola porque estoy ENel programa, no porque quierENconocer cómo soy.
–¿Peter y Mariana ya blanquearon su romance?
Peter: ¡Todos preguntan lo mismo!
Mariana: Es que no hay romance. Hubo una escena rara ENel programa… Y a partir de ahí nos cargan hasta los técnicos.
–Hay mil blogs y más de doscientos contactos ENFacebook que hablan de TeENAngels. ¿Qué es lo más absurdo que leyeron respecto a ustedes?
Gastón: ENInternet escribieron que se había muerto mi viejo. Yo estaba grabando y me enteré por un mensaje de texto que me mandó mi prima. ¡Me cagué todo! Pasé unos minutos terribles hasta que me pude comunicar con mi papá. Estaba muy vivo, claro.
Mariana: De mí dijeron que estaba anoréxica, que estuve tres veces embarazada. Y, lo peor, ENuna nota mía titularon: “Quiero ser como Britney Spears”. ¡Yo odio a Britney!
Eugenia: A mí me pusieron de novia con todos los del elenco. Todos.
Peter: No les doy mucha bola a los foros porque opinan de vos sin saber. Dijeron que era un nabo, que era gay… Lo que te imagines.
Nicolás: Me pusieron un título tremendo: “La televisión te vuelve metrosexual”. ¡Me liquidaron!
–¿Usás cremas?
Nicolás: Sólo para sacarme el maquillaje. Y un poco de manzanilla para el pelo (ríe). Ahora que lo pienso… ¿Será cierto? ¿La televisión te vuelve metrosexual?

sábado, 3 de octubre de 2009

Casi Angeles 3. Capítulo 104 "Desatando Nudos"


Qué es un Nudo Gordiano? Algo muy complicado de resolver?
Cómo se desata? La solución, viene siempre por el lado menos pensado?
Y por qué será que repetimos siempre lo que nos hace mal? Será que somos masoquistas?
Uno quiere cambiar algo, justo eso que se repite y se repite es lo que uno quiere cambiar…El problema quizás es ese: querer cambiar lo que no se puede cambiar….
Un camino puede ser aceptar las cosas que no se pueden cambiar y lo que sí, cambiarlo pero con paciencia…no hay que ser tan exigente con uno mismo…
A veces nos sentimos atraídos por repetir eso, justamente eso, aunque sepamos que es un error…
La vida es una secuencia de repeticiones y de vez en cuando, algo distinto…
Uno vive enredado en un nudo, atrapado, sin poder salir…y más tirás de esa soga, más se cierra el nudo. Pero cuando menos lo esperás aparece algo distinto…algo inesperado que te cambia la vida…

Casi Angeles 3. Capítulo 103 "Mas Tarde de lo Esperado"


Los grandes momentos de la vida son como un despertar. Los grandes momentos de la vida están llenos de sorpresas. Los grandes momentos de la vida están llenos de belleza. Los grandes momentos están llenos de magia, llenos de ternura, de complicidad. Los grandes momentos de la vida están llenos de corazones acelerados, llenos de… interrupciones.
Los momentos importantes están llenos de cosquillas, de sudor en las manos, de ilusiones.
Los grandes momentos de la vida, en general, ocurren más tarde de lo esperado.
Así aprendí que las cosas buenas hay que saber esperarlas. No hay nada de malo en que las cosas que uno desea lleguen más tarde de lo esperado.
Cuando lo que querés tarda en llegar, el deseo crece, se fortalece. Y ahí tu corazón se prepara para recibir eso que tanto esperás.
Si no estás listo para lo que deseas, es como comer una frutilla verde, es amarga, no la disfrutas.
Hay cosas que llegan más tarde de lo esperado, y eso te da ansiedad, frustración, pero por algo es eso. Por algo hay cosas que se hacen esperar.
Cuando menos las esperas, quizá cuando ya renunciaste a alcanzar ese deseo, es cuando la vida, el destino, lo que sea te sorprende. Y esas sorpresas son las que más se disfrutan, las que llegan cuando menos las esperas.
Las cosas buenas llegan tarde, dan trabajo, esfuerzo, dedicación. Cuando uno sabe que lo que viene es bueno, la espera no es una agonía, es una fiesta.
Saber esperar es saber desear. Queremos todo ya, la comida ya, los resultados ya, levantar el tubo del teléfono y que venga un delivery y te traiga la felicidad, ahora.
El deseo se vuelve más fuerte cuando uno se toma el tiempo de desear. Si entre el deseo y la realización no hay tiempo, el deseo se vuelve débil, descartable.
Asique será hoy, mañana, en un tiempo, en el momento exacto, más tarde de lo esperado, pero eso es muy bueno.

Casi Angeles 3. Capítulo 101 "Las Puertas del Cielo"


Hoy, que estoy más cerca del arpa que de la guitarra, y con la claridad que da esa cercanía, yo quisiera decirles amigos… basta. Basta de vivir así. ¿Saben cuál es el problema? El problema es la obsesión que tienen con la felicidad. ¿Por qué no se dejan de corchar con la felicidad? Todos, absolutamente todos están dele que te dele buscando la felicidad ¿Y qué es lo único que encuentran? Amargura. ¿Por qué? Porque esa felicidad que tan obsesionados están buscando es lo que los está torturando en verdad.
Viven amargados buscando ese algo que les falta, ese algo que no tienen, ese algo que de tenerlo los haría más felices.
Viven en las mismísimas puertas del cielo mis queridos borregos, siempre ahí a punto de entrar, a punto de llegar, a punto de conseguir esos cinco que faltan para el peso. Siempre ahí apunto de… golpeando las puertas del cielo, tratando de recuperar ese paraíso perdido, queriendo siempre llegar a la felicidad.
Vivimos en las puertas del paraíso y créanme, borregos míos, que si cruzan esa puerta todo se termina. Porque esa felicidad, supuesta, ese cielo, ese paraíso, es que nada falte ¿pero qué pasa? Siempre falta algo. Y está muy bien que sea así, porque eso que nos falta es lo que nos mantiene vivos.
La felicidad no es tenerlo todo, la felicidad son esos momentos lindos, fugaces, esos chubasquitos de éxtasis que ocurren muy de cuando en cuando, mientras uno sigue buscando ese algo que falta.
Amigos míos, si vivimos siempre amargados buscando eso que nos falta vamos a estar siempre ante las puertas del cielo, siempre mirando la fiesta desde afuera.
Estoy embarazada de dos meses, a lo sumo me quedaran siete de vida. Acá un amigo mío me ayudó, 210 días, eso significa doscientas diez oportunidades de encontrar esos chubasquitos de felicidad.
Asique mis amores, a todos los que están ahí escuchando, golpeando las puertas del cielo, les comento que la fiesta está en otro lado.
Y los invito a mi fiesta de la primavera. No es una gran fiesta, no es todo lo que les falta, pero yo creo que si estamos todos juntos va a estar buena.

La amargura de buscar la felicidad y no encontrarla, de estar en las puertas del paraíso y no poder entrar. Esa amargura nos hace perder de la fiesta, de la fiesta de estar vivos.
Asique borrego, deja de pensar tanto en la felicidad y el paraíso, mejor sumate a la fiesta que está buena. Sumate.

Casi Angeles 3. Capítulo 100 "Primavera"


Siempre me fascinó el mito de Perséfone, esa princesa raptada por el Dios del reino subterráneo. Mientras Perséfone está con él bajo tierra en la superficie es invierno, cuando ella vuelve a la superficie todo renace. Es la primavera.
Siempre me sentí como Perséfone, atrapada, secuestrada en el inframundo, cautiva de un Dios tirano pero muy seductor.
Sabiendo que arriba había un mundo mejor, un mundo mucho más agradable, más feliz, un mundo que además me necesitaba. Un mundo donde el amor y la ternura eran posibles, un mundo más cálido que el frio subterráneo.
Es hora de terminar con el invierno, hay que darle paso a la primavera. Es hora de dejar que todo florezca.
Es hora de dejar que la vida, que estaba escondida esperando que pase el invierno, pueda surgir con toda su fuerza vital.
Es tiempo de salir de la oscuridad subterránea a la luz de la superficie, es tiempo de renacer. Como la primavera, renovarse, volver a nacer, salir del capullo, abrir los pétalos, asomar al sol, que el calor te tome el cuerpo, el alma. Calzarse las sandalias, volver a los colores, estremecerse con las flores silvestres, mirar admirado una rosa fresca, es tiempo de dejar los abrigos, de guardar el invierno, de olvidar las flores marchitas.
El invierno es poderoso, un asesino letal. Pero la primavera es rebelde, es revolución, es fuerza vital que se abre paso a las fuerzas. El invierno es acción, pero la primavera es reacción.
Para que llegue la primavera primero hay que atravesar el invierno. Para renacer primero hay que morir.

Casi Angeles 3. Capítulo 99 "¿Qué Se Siente?"


Nuestras emociones están hechas de lo que pensamos, de nosotros mismos y de la vida.
Dos personas frente a una misma situación sienten diferente…por qué? Porque piensan diferente….Podemos imaginarnos cómo se siente el otro qué siente, pero cada uno de nosotros siente de una manera distinta…
Uno no puede elegir qué sentir, pero sí qué pensar….Y cuanto más simples son los pensamientos, más simples son tus sentimientos…
Cuando vos sentís algo ¿Qué es lo que sentís? ¿Qué son los sentimientos?
Los sentimientos son reacciones físicas y químicas de lo que vos pensás. En un ataque de pánico vos pensás que te estás muriendo, entonces tu cuerpo reacciona a eso. Deberíamos preocuparnos más por lo que pensamos en vez de por lo que sentimos.
Nuestras emociones están hechas de lo que pensamos de nosotros mismos y de la vida. Dos personas ante la misma situación sienten y reaccionan diferente ¿por qué? Porque piensan diferente.
Uno no puede elegir que sentir, pero si puede elegir que pensar. Y depende de lo que elijas pensar, lo que vas a sentir.
Cuanto más simples son tus pensamientos, más simples son tus sentimientos.

Casi Angeles 3. Capítulo 98 "Tratame Suavemente"


Nos creemos fuertes, de acero, imbatibles, pero en realidad somos tiernas criaturitas del señor. Solo necesitamos que nos traten bien.
Para tratar bien a alguien hay que verlo, pensar menos en uno y más en los demás. ¿Cómo vamos a tratar bien si vivimos viéndonos el ombligo? ¿Cómo vamos a tratar bien si nos maltratan? ¿Cómo vamos a cuidar a los demás si nos descuidamos?